Todo lo que necesitas saber sobre las acciones: concepto tipos y cómo invertir

Invertir en acciones puede ser una experiencia confusa e intimidatoria si entras en el mercado por primera vez. Existe la preocupación constante de que tu dinero pueda perderse rápida y fácilmente. Pero una vez que conoces los fundamentos de la inversión en acciones, puede ser una experiencia muy lucrativa y gratificante. Este artículo explica qué son las acciones, sus distintos tipos y cómo empezar a invertir en ellas.

¿Qué son las acciones?

Las acciones son tipos de inversión que dan al inversor un derecho y una participación en la propiedad de una empresa. Cada acción es una participación fraccionaria en la propiedad de la empresa y representa un derecho sobre los activos y beneficios de la empresa. Cuando una empresa cotiza en bolsa, sus acciones reciben un valor determinado por el mercado. Como accionista, te conviertes en copropietario de la empresa y eres libre de participar en las decisiones que se tomen sobre la empresa en las juntas de accionistas.

Diferentes tipos de acciones

Existen diferentes tipos de acciones que puede emitir una empresa, las más comunes son:

Acciones Ordinarias: Son el tipo más común de acciones, y representan una participación en la propiedad y el control de la empresa.

Acciones Preferentes:Estas acciones no otorgan al propietario ningún derecho de voto, pero sí prioridad a la hora de pagar dividendos y recomprar capital en caso de liquidación de la empresa.

Cómo invertir en acciones

Invertir en acciones es una de las formas más seguras de asegurar tu futuro financiero, lograr la independencia económica y crear riqueza generacional. Pero antes de empezar a invertir en bolsa el dinero que tanto te ha costado ganar, es importante que conozcas bien los fundamentos de la inversión en bolsa.

El primer paso para empezar a invertir en bolsa es abrir una cuenta, ya sea «demo» o «real», con un corredor de bolsa. Una cuenta «demo» te permite probar el mercado sin comprometer dinero real, mientras que una cuenta «real» requerirá que realices inversiones reales. Una vez abierta la cuenta, puedes empezar a negociar con acciones. Puedes elegir comprar o vender acciones mediante una compra directa o utilizando un contrato por diferencia (CFD).

Tipos de órdenes

Una vez que hayas abierto tu cuenta y elegido las acciones que quieres comprar o vender, el siguiente paso es familiarizarte con los distintos tipos de órdenes. Las órdenes a mercado son órdenes que se ejecutan inmediatamente al precio actual de mercado. Las órdenes limitadas son órdenes para comprar por encima o vender por debajo del precio de mercado actual.
Las órdenes stop son órdenes para comprar o vender cuando se alcanza un precio específico. Este tipo de orden está diseñada para minimizar las pérdidas y proteger los beneficios. También existen las órdenes trailing stop, que son órdenes de compra o venta cuando el precio de la acción alcanza un determinado nivel, por encima o por debajo, del precio actual.

Estrategias de inversión

Una vez que conozcas los tipos de órdenes, es importante que desarrolles una estrategia de inversión global. Esto te ayudará a proteger tu capital y maximizar tus beneficios. Una de las estrategias más comunes es comprar bajo y vender alto. Esto implica comprar acciones cuando cotizan a precios bajos, para poder venderlas más tarde cuando suban de valor.

Otra estrategia popular es invertir en acciones con una visión a largo plazo. Se trata de invertir en valores que crees que se revalorizarán a lo largo de varios años.

Gestión del riesgo

Es importante recordar que la inversión en bolsa es un negocio arriesgado, y siempre debes ser consciente de la posibilidad de sufrir pérdidas importantes, para poder proteger tu capital. Por eso es esencial conocer bien la gestión del riesgo. Esto implica utilizar diversas técnicas, como diversificar tus inversiones, de modo que si una acción pierde valor, puedas compensar las pérdidas con las de otra acción.

También es importante comprender los distintos tipos de riesgo asociados a la inversión en acciones, como el riesgo de mercado, el riesgo específico del sector y de la empresa, el riesgo temporal y el riesgo de liquidez.

Conclusión

Invertir en bolsa es una forma estupenda de acumular riqueza con el tiempo. Siempre que conozcas bien los aspectos básicos de la inversión en acciones y desarrolles una estrategia de inversión global, podrás convertirte en un inversor rico en acciones.

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